Tú

¿Quién es él? ¿Quién es ese hombre del que tanto hablas? Es un ser desconocido, que sucumbió en mi alma, supo rozar mi corazón  con la delicadeza de una rosa, ondeó mi cabello como la brisa del mar hace con las palmeras más bajas. Él captó la esencia de mis palabras.

Patrañas, falacias: es sólo un cuento de hadas. Todo es producto de tu imaginación. Nada de lo que ves es real, nada de lo que dices puede ser tomado en serio, eres una joven a la que nadie creerá. Sólo juegas en este mundo real. En todo lo que has dicho sólo una cosa tienes razón, soy una joven y a mis dieciocho años el amor verdadero no se le conoce: se le imagina. Como mi queridísimo Lamartine decía "no pretendo que lo aceptes, no pretendo que lo apruebes, sólo pretendo que lo sepas. Yo le amo"

¿Y acaso el te ama a ti? ¡Por supuesto que no! Ni te conoce, ni sabe que existes, eres una imagen en su gran lista, eres sólo un número en su columna, eres una mentira disfrazada de mujer. Él no sabe de mi amor, pero yo si sé de él, yo le añoro, he derramado lágrimas de nostalgia, nunca lo he visto, nunca le he escuchado, pero yo sé cómo es él. 

Me río de ti, me mofo de tu pesar, morirás sola por perseguir un ideal. No persigo un ideal, yo le persigo a él y podré hablarte horas del mismo asunto y jamás entenderás. No lo quiero, no me gusta, yo lo amo y lo admiro. Yo me enamoré de ese desconocido.

Anely Civy