Pájaros en la cabeza

-          Te quiso.

-          Es verdad…

No volver a beber la misma agua que un día pereció y me dio sed. Buscar remedios y fuentes, fontanas y acequias, afluentes y marismas donde bañar mis pies.  Llegar al mar… a ese infinito lago que muda mis piernas y las entristece, porque las olvida y las empequeñece entre sus olas ciegas que buscan la costa para luego regresar.

Beber tranquilos sorbos llenos de sabor, de dulzor a una acostumbrada soledad que el viento hizo eterna, porque fue imposible el podérsela llevar. Y ahora ruge soberbia, por la ventana y la reja, ahora maúlla y araña la tristeza esa zarpa de terciopelo que sólo quiso libertad.

Y te mira con la profundidad de sus pupilas, siendo espejo de ti y del pasado, de aquella infancia que todavía duerme y juega haciendo castillos de arena. Porque verte llorar sin haber publicado lágrimas en tu cara, ni haber bañado tu tez de llanto y dilema. Ahora vuelas, pequeña, porque tenemos muchos pájaros en la cabeza y ganas de volar. Porque tu alma finita nunca será, porque sin quererlo haré de ti una eternidad sin miedo. Has sido tú, y así te recordarán. 

Lovelace