¿Dónde ha quedado el espíritu en esta sociedad? ¿Dónde ha quedado nuestro espíritu? Esta es la primera pregunta, a través de la cual podré desarrollar el contenido de artículo. La respuesta rápida y más eficaz es que, no está. El espíritu en las personas del siglo XXI no está, ha desaparecido. Pero no porque no lo tengan, sino porque se han negado a creer que lo tienen. Y lo que para muchos es solo una cuestión de espiritualidad tan de moda en estos tiempos, es algo más serio de lo que parece. El espíritu nos llena por dentro, nos completa y nos hace sentir parte de algo mucho más graned y especial por muy solos que estemos.
Leyendo artículos y entrevistas uno se percata de que la enfermedad por antonomasía de este siglo es la Depresión. La gente está sumida en su vida material, el trabajo, las preocupaciones mundanas (que también son importantes). Están sumidos y son esclavos del mundo material. Eso puede parecer que no es un problema, pero... ¿Qué ocurre cuando el mundo material nos falla? ¿Qué nos queda? Pues bien, aquellas personas que no han optado por cultivar su espíritu y su riqueza espiritual, cuando miran hacia dentro por problemas o porque las circusntacias de la vida lo requieran, no encuentran nada, se ven vacíos y se encuentran solos. Una vez, leyendo las palabras del Dalai Lama de nuestro momento, se me abrieron los ojos y la mente al leer que el mundo material de nada sirve, nos falla, se va, es volálit y perecedero. Cuando muramos no podrás llevarte tu casa, tus riquezas, tu mercedes o tu apartamento en Marbella. Cuando muramos solo nos llevamos el conocimiento, la sabiduría y el espíritu que hemos trabajado durante toda esta vida. En cierto modo, si te pones a pensar, tenemos toda una vida para enfrentarnos a la muerte de la mejor forma que podamos. Tenemos una vida entera para cultivar y hacer crecer nuestro espíritu. Y cuando todo acabe y nada quede, solo permanecerá nuestro interior, nuestro alma.
Así pues, insto a que la sociedad del siglo XXI y sus individuos, sean de la edad que sean, se atrevan a conocerse, a regar y cuidar su planta interior, su espíritu. No quiero que se malinterprete como una llamada loca y desesperada a cualquier camino espirtual, ni mucho menos. Esto no es más que una llamada o un toque de atención a los corazones de todas aquellas personas que me leean en este momento. Y cuando lo hayan hecho, espero que por lo menos en su conciencia y en su interior haya sonado un "chick", porque eso significará que por lo menos, les ha llegado dentro.
Leyendo artículos y entrevistas uno se percata de que la enfermedad por antonomasía de este siglo es la Depresión. La gente está sumida en su vida material, el trabajo, las preocupaciones mundanas (que también son importantes). Están sumidos y son esclavos del mundo material. Eso puede parecer que no es un problema, pero... ¿Qué ocurre cuando el mundo material nos falla? ¿Qué nos queda? Pues bien, aquellas personas que no han optado por cultivar su espíritu y su riqueza espiritual, cuando miran hacia dentro por problemas o porque las circusntacias de la vida lo requieran, no encuentran nada, se ven vacíos y se encuentran solos. Una vez, leyendo las palabras del Dalai Lama de nuestro momento, se me abrieron los ojos y la mente al leer que el mundo material de nada sirve, nos falla, se va, es volálit y perecedero. Cuando muramos no podrás llevarte tu casa, tus riquezas, tu mercedes o tu apartamento en Marbella. Cuando muramos solo nos llevamos el conocimiento, la sabiduría y el espíritu que hemos trabajado durante toda esta vida. En cierto modo, si te pones a pensar, tenemos toda una vida para enfrentarnos a la muerte de la mejor forma que podamos. Tenemos una vida entera para cultivar y hacer crecer nuestro espíritu. Y cuando todo acabe y nada quede, solo permanecerá nuestro interior, nuestro alma.Así pues, insto a que la sociedad del siglo XXI y sus individuos, sean de la edad que sean, se atrevan a conocerse, a regar y cuidar su planta interior, su espíritu. No quiero que se malinterprete como una llamada loca y desesperada a cualquier camino espirtual, ni mucho menos. Esto no es más que una llamada o un toque de atención a los corazones de todas aquellas personas que me leean en este momento. Y cuando lo hayan hecho, espero que por lo menos en su conciencia y en su interior haya sonado un "chick", porque eso significará que por lo menos, les ha llegado dentro.
Evenstar
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