
Contagiarme tu sonrisa para cazarla y
perderla por siempre.
Eres como el Sol de aquella mañana
que no sabía si salir de su asombro
entre las nubes,
cuando por primera vez
te vio robarle un beso al ruido.
Cuando desafiaste a la oscuridad
vistiéndote de luna y
limpiando las viejas estrellas.
Su polvo, el nuestro
son el mismo:
magia.
Lovelace
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